Cómo Comenzó Todo
La idea surgió durante una tarde lluviosa en 2018. Esperanza estaba experimentando con luces artificiales cuando se dio cuenta de algo importante: la mayoría de los fotógrafos tenían miedo de jugar con diferentes fuentes de luz.
"Vi tantos trabajos técnicamente perfectos pero sin alma", recuerda. "Faltaba esa chispa que solo viene cuando entiendes realmente cómo funciona la luz". Esa observación se convirtió en la base de todo lo que hacemos hoy.
Patricio se unió al proyecto meses después, aportando su experiencia en fotografía comercial. Juntos desarrollamos un método que combina teoría sólida con mucha experimentación práctica.
